Dos generaciones, cuatro voces y un punto en común: escribir poesía
Este viernes 25 de octubre nuestra universidad vivió una tarde de poesía en compañía de los poetas colombianos María Paz Guerrero, Carolina Cárdenas, Evelio Rosero y Mauricio Contreras; dos generaciones y cuatro voces que revelan la diversidad, el misterio y la belleza que encierra la escritura poética.
Durante el conversatorio moderado por el director del programa de Estudios Literarios y edición de Utadeo, Alejandro Molano, los invitados compartieron su experiencia como escritores y las motivaciones detrás de la poesía. Los cuatro poetas se refirieron, por ejemplo, a la infancia, a la familia y a los dolores de las ciudades como temas presentes en su obra.
Carolina Cárdenas leyó algunos poemas del libro Caen cenizas sobre la ciudad (en el cual actualmente se encuentra trabajando), al tratarse de una publicación que reunirá "todos los poemas que tienen que ver con aquello que nosotros como habitantes de una gran urbe queremos esconder, como la indigencia, prostitución y la pobreza que es lo que más no abarca", aseguró.
Los olvidados a penas respiran entre la coaclas,
y el sol hincha y marchita sus rostros hasta no reconocerse.
Entonces un día olvida sus nombres y su más preciado recuerdo,
son muertos vivientes que desconocen la dirección de sus pasos.
[Carolina Cárdenas]
Maria Paz Guerrero también compartió su poesía sobre la ciudad, parte de la cual se publicará el próximo año en el libro ilustrado Los analfabetas, editado por la Jaula. Este es un fragmento del libro, transcrito directamente a partir de la lectura de Maria Paz:
Unos payasos de verdad
anunciaban
bandeja ejecutiva
con megáfonos,
al lado de un hueco
recién nacido,
bebé tartamundo,
con piedritas a su alrededor
charquito de agua
precioso
que recoge lágrimas de perlas
glu glu
Así ocultamos el tiempo
de grieta
a hueco,
a tronera,
aprendan.
Mauricio Contreras, por su parte, le permitió al público la suerte de escuchar algunos poemas inéditos como Morir en aguas de infancia, un relato entrañable inspirado en un viaje a Barranquilla que Mauricio, siendo niño, hizo con su familia; está dedicado a su madre, a sus hermanas y a las mujeres de su familia.
El niño se agita en el fondo de aguas lustrales,
la madre hunde sus manos en el cántaro de voces que emanan,
un negro cortejo de hormigas carga con los ojos del muchacho,
entre mujeres que hacen carbón de leña,
atizando el fuego con sus palabras.
[Mauricio Contreras]
Evelio Rosero es uno de los escritores más influyentes de nuestro país y, por segunda vez en este año, tuvimos el gusto de escuchar su poesía en nuestra universidad. Si bien Rosero es ante todo escritor de novela, cuento, teatro y ensayo, asegura que "la poesía nunca desapareció" de su obra e incluso en sus textos en prosa es posible identificar esa experiencia poética.
Rosero leyó en voz alta una serie de poemas publicados en la antología Esto no es un cuento, editada por el Instituto Caro y Cuervo y Ulrika.
La otra iglesia
Éstas son las palabras de un limosnero cuando la moneda relumbra:
No sé qué destino me ha traído de la mano hasta esta iglesia, donde harían falta un violín y un gracioso mono amaestrado
para que yo sea un parroquiano que trabaja con el beneplácito de las monjas.
Es cierto que no soy ciego, no tengo defecto, soy un juicioso ladino, y me costó gran esfuerzo.
Se necesita fingir como la reina Afrodisia que comulgó en la iglesia después de fornicar con siete de sus príncipes al mismo tiempo:
Aún llevaba semen de pavo real entre las piernas
y había ordenado la muerte de cien prostitutas honestas y tenía en la cabeza la idea de matar, envenenado,
a su esposo el rey amantísimo, el Imbécil, con la complicidad de un ministro y un obispo,
hombres doctos y limpios.
Comparado con ellos soy una rosa en las manos de Rosa.
Pero soy únicamente un limosnero, vida,
y no sé qué destino me ha traído de la mano hasta esta iglesia
y por qué no me ha llevado de vuelta.
Oficina de Comunicación Utadeo