Ni Japón ni India aceptan fácilmente un liderazgo chino.
El actual episodio entre China y Japón por las Islas Diaoyu no es más que un nuevo capítulo de una reyerta histórica que viene de los años 40 del siglo pasado, cuando Japón invadió, entre otros países asiáticos, a China.
Esta relación ha tratado de temperarse en los últimos tiempos, gracias a las inversiones japonesas en China, a partir de la política de reformas y apertura del coloso asiático. Sin embargo, nuevos acontecimientos como el hecho de haber recibido Japón a prominentes disidentes de Sinjiang han enrarecido el panorama.