Devolvámonos, o sea, demos una vuelta por una muestra antológica de Leyla Cárdenas. Sutilmente lo oculto se va exponiendo a la posibilidad de que suceda o no suceda. Despertamos en medio de sombras que acompañan a la luz. Plegándose y desplegándose, están pasando señales cargadas de memorias y de crónicas; fragmentos y afectos que se quedan.
Y es así, como a través del espacio vamos inventado (verbo latino inventio que quiere decir encontrar), lo ignorado o escondido en el tiempo. En la materialidad de las obras de Leyla Cárdenas, se alcanza a ver, a sentir al alcance de las manos y de los sentidos como se suceden, se hacen realidad, lugares propicios para alguien o algo, acaso para vivir...
Hernando Cabarcas