Información general de la asignatura
PENSAMIENTO AMBIENTAL
- 008870
- 2
- ÁREA ACADÉMICA CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AMBIENTALES
PRESENTACION
La Universidad Jorge Lozano se fundó en 1954 como respuesta tanto al momento
histórico, como a las necesidades de investigación y manejo que en recursos
naturales tenía el país y para continuar la obra cultural y científica de la
Expedición Botánica, poniéndose en funcionamiento en 1955 la Facultad
Indoamericana de Recursos Naturales, la Facultad de Geografía, Cartografía y
Topografía. Y con base en este aspecto es que se diseña e implementa la
«Cátedra Jorge Tadeo Lozano. Pensamiento Ambiental» que se imparte desde el
año 2016 con el propósito de difundir y analizar entre los estudiantes, sin
importar la formación disciplinar en la que discurre su vida académica una
visión global sobre el estado de la Tierra y de sus componentes, incluidos los
problemas medioambientales que aquejan a Colombia y que ameritan soluciones
prontas, exentas de lo discursivo que ha sido la característica del Estado y
de los organismos bien internacionales, regionales y nacionales que manejan el
medio ambiente, los recursos naturales renovables y no renovables. Intentando
dilucidar la historia de la situación medioambiental en la que nos
encontramos, todo comenzó hace cien mil años, cuando prendimos fuego a los
bosques porque resultaba más cómodo para cazar. En ese momento dejamos de ser
un animal más e iniciamos la demolición de la Tierra. Ahora que somos más de
siete mil millones de personas glotonas o hambrientas, todas aspirando al
nivel de vida del primer mundo, nuestro modo de vida urbano invade el terreno
de la Tierra viva -GAIA-. La expoliamos de tal forma, que la estamos dejando
sin medios para sostener el confortable mundo al que estamos acostumbrados y
de hecho no somos bienvenidos. Y las pocas cosas que sabemos sobre la
respuesta de la Tierra a nuestra presencia son profundamente perturbadoras.
Aunque dejáramos de inmediato de tomar tierras y agua para producir comida,
combustibles y no contamináramos más el aire, tardaría más de mil años en
recuperarse del daño causado, y puede que ni ese drástico paso bastará para
salvarnos. Nuestra civilización, es como un toxicómano, que morirá si sigue
consumiendo su droga, pero también morirá si la deja de golpe. Nuestra
inteligencia y creatividad nos tiene sumidos en este atolladero. Nuestra
especie es equivalente a aquella famosa pareja esquizoide del Doctor Jekyll y
Mr. Hyde: somos capaces de llevar acabo las más horribles tareas de
destrucción, pero también tenemos el potencial de fundar una civilización
magnífica, Hyde nos llevó a usar mal la tecnología. Malgastamos la energía y
superpoblamos la Tierra. Pero la civilización se derrumbará si abandonamos la
tecnología. Debemos pues usarla sabiamente como haría el doctor Jekyll,
pensando en su bienestar y no sólo en el bienestar de la gente. Por eso es
demasiado tarde para seguir la vía del desarrollo sostenible, lo que hace
falta es una retirada sostenible, debiendo ser conscientes de que como especie
somos una enfermedad planetaria.
Queramos o no reconocerlo, la humanidad se enfrenta a su reto más difícil. Un desafío para el que la tradición humanista no la ha preparado. Nuestra gestión de los ecosistemas están causando perjuicio importante a las personas y tiene probados impactos negativos que se incrementarán a largo plazo: [1] el 60% [15 de 24] de los servicios ecosistémicos se están degradando [es decir, la merma persistente de la capacidad de un ecosistema de brindar servicios], dada su utilización no sostenible, con la inclusión del agua dulce, la pesca de captura, la purificación del aire y del agua, la regulación del clima bien regional o local, los riesgos naturales, las pestes, la satisfacción espiritual y el placer estético; [2] se está aumentando la probabilidad de cambios no lineales en los mismos [incluidos cambios acelerados, abruptos y potencialmente irreversibles], que tienen consecuencias importantes para el bienestar humano. Algunos ejemplos de estos cambios son la aparición de enfermedades, las alteraciones bruscas de la calidad del agua, la creación de «zonas muertas» en las aguas costeras, el colapso de las pesquerías y los cambios en los climas regionales y [3] la degradación de los servicios de los ecosistemas que contribuyen al aumento de las desigualdades y disparidades entre los grupos de personas, lo que, en ocasiones, es el principal factor causante de la pobreza y del conflicto social. Sin que exista solución simple a estos problemas, ya que provienen de la interacción de muchos retos reconocidos por resolver, entre los que se cuentan: [1] la sobrepoblación; [2] el acelerado consumo de combustibles fósiles; [3] la contaminación; [4] la alteración de los equilibrios naturales que gobiernan a los ecosistemas; [5] la pérdida de ecosistemas; [6] la disminución de la diversidad biológica que en más del 90% es base de la alimentación; [7] la degradación del suelo; [8] el calentamiento global; [9] el cambio climático y [10] el efecto invernadero, que desde lo social, empresarial, normativo y gestión del Estado, parecen no tener respuestas que contribuyan a su inmediata solución, pues nos hemos quedado global y nacionalmente en planteamientos teóricos, y compromisos en la mayoría de los casos incumplidos, de ahí que el panorama sea sombrío, constituyendo una amenaza a la que generaciones anteriores no se habían enfrentado. Prueba de lo anterior, es que, en los últimos 50 años, hemos transformado los ecosistemas más rápida y extensamente que en ningún otro período de tiempo de la historia humana con el que se pueda comparar y, con fines estrictamente económicos. Lo cual nos lleva a decir, que como sociedad no solo estamos a punto de autodestruirnos, sino que las tibias soluciones propuestas hasta ahora no parecen resolver el problema. El futuro pinta mal. Incluso si tomamos medidas inmediatas, nos espera como en cualquier guerra, una época muy difícil que nos llevará al límite de nuestras fuerzas. Somos resistentes, y hará falta mucho más que la anunciada catástrofe climática para eliminar a todas las parejas humanas en edad de reproducción, estando en juego la supervivencia de la civilización y la destrucción de nuestro hogar. Algo por hacer para paliar las consecuencias de la catástrofe es escribir y difundir una guía para ayudar a nuestros supervivientes a que reconstruyan nuestra civilización sin cometer nuestros errores, haciendo registro preciso de todo lo que sabemos sobre el medio ambiente actual y pasado. Por ello si quiere saber qué está pasando con la Tierra y qué se puede hacer para intentar salvarla o remediar la catástrofe, esta Cátedra le informará, le cuestionará sus actitudes individuales o grupales, conduciéndolo a implementar acciones en pro de esta amenazada civilización y así intentar corregir o suavizar las graves consecuencias de nuestros errores pasados y presentes.
Queramos o no reconocerlo, la humanidad se enfrenta a su reto más difícil. Un desafío para el que la tradición humanista no la ha preparado. Nuestra gestión de los ecosistemas están causando perjuicio importante a las personas y tiene probados impactos negativos que se incrementarán a largo plazo: [1] el 60% [15 de 24] de los servicios ecosistémicos se están degradando [es decir, la merma persistente de la capacidad de un ecosistema de brindar servicios], dada su utilización no sostenible, con la inclusión del agua dulce, la pesca de captura, la purificación del aire y del agua, la regulación del clima bien regional o local, los riesgos naturales, las pestes, la satisfacción espiritual y el placer estético; [2] se está aumentando la probabilidad de cambios no lineales en los mismos [incluidos cambios acelerados, abruptos y potencialmente irreversibles], que tienen consecuencias importantes para el bienestar humano. Algunos ejemplos de estos cambios son la aparición de enfermedades, las alteraciones bruscas de la calidad del agua, la creación de «zonas muertas» en las aguas costeras, el colapso de las pesquerías y los cambios en los climas regionales y [3] la degradación de los servicios de los ecosistemas que contribuyen al aumento de las desigualdades y disparidades entre los grupos de personas, lo que, en ocasiones, es el principal factor causante de la pobreza y del conflicto social. Sin que exista solución simple a estos problemas, ya que provienen de la interacción de muchos retos reconocidos por resolver, entre los que se cuentan: [1] la sobrepoblación; [2] el acelerado consumo de combustibles fósiles; [3] la contaminación; [4] la alteración de los equilibrios naturales que gobiernan a los ecosistemas; [5] la pérdida de ecosistemas; [6] la disminución de la diversidad biológica que en más del 90% es base de la alimentación; [7] la degradación del suelo; [8] el calentamiento global; [9] el cambio climático y [10] el efecto invernadero, que desde lo social, empresarial, normativo y gestión del Estado, parecen no tener respuestas que contribuyan a su inmediata solución, pues nos hemos quedado global y nacionalmente en planteamientos teóricos, y compromisos en la mayoría de los casos incumplidos, de ahí que el panorama sea sombrío, constituyendo una amenaza a la que generaciones anteriores no se habían enfrentado. Prueba de lo anterior, es que, en los últimos 50 años, hemos transformado los ecosistemas más rápida y extensamente que en ningún otro período de tiempo de la historia humana con el que se pueda comparar y, con fines estrictamente económicos. Lo cual nos lleva a decir, que como sociedad no solo estamos a punto de autodestruirnos, sino que las tibias soluciones propuestas hasta ahora no parecen resolver el problema. El futuro pinta mal. Incluso si tomamos medidas inmediatas, nos espera como en cualquier guerra, una época muy difícil que nos llevará al límite de nuestras fuerzas. Somos resistentes, y hará falta mucho más que la anunciada catástrofe climática para eliminar a todas las parejas humanas en edad de reproducción, estando en juego la supervivencia de la civilización y la destrucción de nuestro hogar. Algo por hacer para paliar las consecuencias de la catástrofe es escribir y difundir una guía para ayudar a nuestros supervivientes a que reconstruyan nuestra civilización sin cometer nuestros errores, haciendo registro preciso de todo lo que sabemos sobre el medio ambiente actual y pasado. Por ello si quiere saber qué está pasando con la Tierra y qué se puede hacer para intentar salvarla o remediar la catástrofe, esta Cátedra le informará, le cuestionará sus actitudes individuales o grupales, conduciéndolo a implementar acciones en pro de esta amenazada civilización y así intentar corregir o suavizar las graves consecuencias de nuestros errores pasados y presentes.
OBJETIVO DE APRENDIZAJE
Objetivo general
Con esta asignatura el estudiante interiorizará la importancia de sus rol y capacidad de intervención, como profesional y ciudadano, respecto a los problemas medioambientales que afectan al planeta y en consecuencia al bienestar individual, social y la salud de los ecosistemas.
Objetivos específicos
1. Identificar y conocer las problemáticas ambientales y de su entorno más próximo, y que ameritan planteamiento de soluciones desde el ejercicio disciplinar de cada uno de los estudiantes.
2. Comprender las problemáticas ambientales, todos los elementos y actores involucrados a través de la indagación e investigación de la investigación –fuentes primarias y secundarias-.
3. Generar con base en la selección de una problemática ambiental, local, regional, nacional o global, un diagnóstico –causas y consecuencias-, para al final hacer planteamientos sobre su posible remediación o solución, desde una perspectiva disciplinar, que quedará plasmada en una infografía.
Con esta asignatura el estudiante interiorizará la importancia de sus rol y capacidad de intervención, como profesional y ciudadano, respecto a los problemas medioambientales que afectan al planeta y en consecuencia al bienestar individual, social y la salud de los ecosistemas.
Objetivos específicos
1. Identificar y conocer las problemáticas ambientales y de su entorno más próximo, y que ameritan planteamiento de soluciones desde el ejercicio disciplinar de cada uno de los estudiantes.
2. Comprender las problemáticas ambientales, todos los elementos y actores involucrados a través de la indagación e investigación de la investigación –fuentes primarias y secundarias-.
3. Generar con base en la selección de una problemática ambiental, local, regional, nacional o global, un diagnóstico –causas y consecuencias-, para al final hacer planteamientos sobre su posible remediación o solución, desde una perspectiva disciplinar, que quedará plasmada en una infografía.
RESULTADO DE APRENDIZAJE
Integrar y aplicar principios de sostenibilidad comprendiendo la interconexión
entre la dimensión social, económica y natural, para proponer soluciones y
estrategias que promuevan el uso de la biodiversidad, el desarrollo sostenible
y la protección ambiental.
FECHA DE ACTUALIZACION
2023-08-29