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GIUSEPPE VERDI 210 AÑOS 1813 - 1901
En el mes de octubre, el mundo musical recuerda los 210 años del nacimiento de Giuseppe Verdi, indiscutiblemente el compositor más amado cuando nos referimos a la música para la escena. Algunas de las óperas de Verdi hacen parte de la cotidianidad del ser humano, no solo en occidente.
Verdi nació en un ambiente rural. Las dificultades económicas de la familia eran el orden del día. A pesar de todo, su padre le regaló un pequeño clavicordio en donde surgieron sus primeras composiciones. Con el tiempo el joven aprendió a tocar el órgano y su talento le permitió participar en los servicios religiosos en Busseto, pequeña población en la provincia de Parma.
Fue allí donde Verdi conoció el sonido de las bandas de pueblo y encontró a quien sería su mentor y amigo incondicional por muchos años. Antonio Barezzi logró que Verdi viajara a Milán para cumplir su sueño de convertirse en un gran compositor de óperas. El inicio en la capital de la lírica en el mundo no fue fácil. Verdi no fue aceptado en al Conservatorio de Milán, su primera ópera, Oberto, representó un éxito moderado y, su segunda, Un día de reinado, un fracaso rotundo. El maestro consideró abandonar la composición definitivamente, pero el destino hizo que Verdi se encontrara con el libreto de Nabucco. Gracias a los buenos oficios de quien sería su compañera de vida, Giuseppina Strepponi, la ópera subió a la escena en La Scala de Milán el 9 de marzo de 1842, con un éxito que podemos definir como histórico. Nabucco, llegó de manera inmediata al corazón de los italianos con sus hermosos coros, arias y ensambles. Obras compuestas sucesivamente sirvieron para que Verdi se convirtiera en un ícono para Italia y figura con la que, el pueblo se identificaba. Sin embargo, él se mantuvo en constante evolución teatral y musical y cuando llegamos a las óperas que conforman la gran trilogía: La Traviata, El Trovador y Rigoletto de los años 1852 y 1853, nos encontramos frente a obras donde la unidad teatral se convierte en protagonista. Verdi, aunque heredero del legado de los autores del Bel Canto, era un maestro de la palabra. La orquesta actuaba como una extensión de los sentimientos. Aún en nuestro tiempo el público se identifica con la nobleza de los personajes que el autor asigna al barítono, la fragilidad de Violeta en La Traviata o el amor puro representado por Gilda en Rigoletto.
La fama de Verdi atravesó fronteras y algunas de sus óperas más grandiosas tuvieron sus estrenos en Francia Las Vísperas Sicilianas, Rusia, La Forza del Destino y Egipto, Aída. Estas tres composiciones son ejemplos de la llamada Gran Ópera. Hacen uso de enormes masas corales y orquestales y espectaculares pasajes de danza.
Otello de 1887 y Falstaff de 1893, son un testimonio de la admiración que Verdi sentía por William Shakesperare y una manera de cerrar con broche de oro una carrera que deja un gran legado, no sólo musical para la humanidad. Los logros del oso de Busseto, como cariñosamente lo llamaban las personas más cercanas a su círculo, se extendieron a la construcción de un hospital en las cercanías de su pueblo natal, además del desarrollo de la agricultura.
El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, celebra a Giuseppe Verdi con una Gran Gala en donde participará la Orquesta Juvenil de la Filarmónica de Bogotá, Los coros, solistas nacionales e internacionales. El público se deleitará con grandes momentos de sus óperas más célebres. Este gran encuentro musical está programado para el miércoles 18 de octubre a las 8 de la noche.
José Daniel Ramírez C.
Comité de Programación, Emisora HJUT