Historia latina para idiotas

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Historia latina para idiotas
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Sábado, Noviembre 28, 2020
Un colombiano ganó el Tony honorífico hace dos años y yo me enteré la semana pasada, terrible. Si ustedes tampoco estaban al tanto de esto, se trata del actor de cine y teatro John Leguizamo, quien, según Wikipedia, ha estado activo desde 1984 dando vida a personajes que van desde Sid en La era de hielo, hasta Benny Blanco en el filme dirigido por Brian de Palma, Carlito’s way. A la fecha cuenta con 150 créditos como actor en IMDb, y su larga trayectoria en las tablas lo llevaron a ser reconocido con el Tony honorífico (que es como el Oscar para teatro estadounidense) en su entrega número 72, donde también estuvo nominado a mejor obra por Historia latina para idiotas.

Por: Antonia Gómez Almarales

 

Un colombiano ganó el Tony honorífico hace dos años y yo me enteré la semana pasada, terrible.

 

Si ustedes tampoco estaban al tanto de esto, se trata del actor de cine y teatro John Leguizamo, quien, según Wikipedia, ha estado activo desde 1984 dando vida a personajes que van desde Sid en La era de hielo, hasta Benny Blanco en el filme dirigido por Brian de Palma, Carlito’s way. A la fecha cuenta con 150 créditos como actor en IMDb, y su larga trayectoria en las tablas lo llevaron a ser reconocido con el Tony honorífico (que es como el Oscar para teatro estadounidense) en su entrega número 72, donde también estuvo nominado a mejor obra por Historia latina para idiotas.

 

Nos encontramos frente a un show de una sola persona, pero si bien Leguizamo es el único actor en escena, no es el único personaje, de hecho, la velocidad a la que cambia de roles modificando su voz y lenguaje corporal es simplemente fantástica, recuerda -guardando las proporciones- a cómo James McAvoy cambiaba de personalidades en Fragmentado. Adicional a ello, el teatro pone todas sus herramientas a disposición: diseño de luces, utilería, vestuario, todas están en función de la actuación que, a su vez, está enmarcada por una escenografía cuidada al detalle y un montaje que refleja la experiencia que tiene Netflix filmando stand up, aunque yo diría que este caso es más una comedia que un stand up comedy como tal.

 

El norte de la obra está marcado por la relación entre John y su hijo, a quien un día le piden escribir un ensayo sobre un héroe, como el chico ha sufrido de racismo y matoneo en el colegio; su papá le propone escribir sobre un héroe latino para callar a sus compañeros con argumentos. Es esta búsqueda lo que da pie a nuestra pequeña clase de historia, que nos llevará a través del tiempo desde la civilización Maya hasta Pitbull, manteniendo siempre un excelente balance entre humor y precisión histórica.

 

Suena evidente, pero, el trasfondo del show trata de eso mismo: buscar un héroe, un referente o un alguien en quien te puedas reflejar. El otro día estaba hablando con mi hermano y él me dijo que, si el señor sólo vivió sus primeros tres años en Colombia y luego se fue a Estados Unidos, entonces no vale. Yo no estoy de acuerdo, tiene que valer, necesito que valga porque si no, ¿qué referente me queda? La gente dice todo el tiempo que es muy importante tener ídolos colombianos y a veces se sienten como palabras vacías, porque no se ven en la inmediatez. Si lo llevamos a escenarios concretos todo cambia: supongamos que yo te digo que es muy difícil para un colombiano llegar a Hollywood, para animarme podrías responderme que Sofía Vergara o Natalia Reyes sí lo consiguieron, a lo que yo puedo replicar que sólo son dos personas entre millones de colombianos soñadores, y es en ese momento, cuando nos quedamos cortos de referentes, que el “tener colombianos que nos representen” cobra sentido, porque yo puedo admirar a cualquier otro actor de Hollywood, pero ambos sabemos que no es lo mismo.

 

Historia latina para idiotas nos refresca durante hora y media esa historia de colonización que nos enseñaron en el colegio, acompañada de buen humor y hábiles comparaciones: como derretir nuestras piezas de oro para convertirlas en monedas es igual que tomar el David y usar su mármol en una cocina; no solo ponen los hechos en perspectiva, sino que también nos ayuda a darnos cuenta de cómo hemos normalizado el asunto. Les recomiendo verlo porque es un profesor apasionado por su clase, y creo que podemos estar de acuerdo con que esos seres de luz despiertan tu interés por cualquier cosa.

 

“Lo que el mundo pensaría de nosotros si conociera nuestra historia, pero más importante, lo que pensaríamos sobre nosotros mismos”.

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