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Un modelo pedagógico para la enseñanza y aprendizaje del Diseño Gráfico
Viernes, Agosto 18, 2017
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El libro “Desde el taller: 32 notas para la enseñanza y el aprendizaje del Diseño Gráfico” compila las experiencias en el aula de las profesoras Rosario Gutiérrez y Magdalena Molsalve.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

"¿De qué hablamos cuando hablamos de diseño gráfico? ¿De qué hablamos cuando hablamos de aprender y de enseñar diseño gráfico? ¿Qué hacemos cuando aprendemos, cuando enseñamos, cuando diseñamos? ¿Qué me hace ser-alumno, ser-maestro, ser-diseñador? ¿Qué pasa y qué nos pasa en taller?"

(Fragmento del libro “Desde el taller: 32 notas para la enseñanza y el aprendizaje del Diseño Gráfico”).

Un sueño cumplido, luego de tres largos años de investigación, creación, y por que no, traducción de las experiencias pedagógicas vividas al interior del aula de clase, en los talleres de tipografía y de composición, por parte de las profesoras María del Rosario Gutiérrez y Magdalena Molsalve, es la esencia del libro “Desde el taller: 32 notas para la enseñanza y el aprendizaje del Diseño Gráfico”, un desafío académico que contó con el apoyo y participación incondicional de la profesora de la Universidad Nacional Mariluz Restrepo, y que sin duda, se convertirá en modelo pedagógico no solo para las siguientes generaciones de diseñadores gráficos tadeístas sino para el desarrollo de la disciplina en el país (Consulta más información sobre la publicación, aquí).

El gran día llegó. Colegas, amigos y profesores se reunieron el pasado 17 de agosto, en el Aula Múltiple del Edificio de Artes y Diseño, con el fin de dar la bienvenida a esta publicación que, más allá de ser una reflexión pedagógica, es también un legado. La celebración de los 50 años del programa de Diseño Gráfico fue la excusa perfecta para esta presentación en sociedad.

Rosario Gutiérrez, co-autora de la publicación.

Estas 32 notas son marcas de reconocimiento, signos inscritos para su posterior recordación, tal como lo informa su etimología. Son rastros de nuestra afición, consideración y goce por lo que hacemos. Cada nota está compuesta con palabras nuestras, conversadas, decantadas y diseñadas; varias están coreadas por pensamientos de otros, algunas hacen eco en la significancia de ciertos términos y otras están acompañadas por apuestas gráficas de estudiantes”, tal como lo menciona la introducción de la publicación, que fue leída por sus autoras.

El profesor Diego Restrepo, quien fue el moderador y realizó la reseña del libro, destacó que la obra deja una marca del diseño gráfico tadeísta, al tiempo que reflexiona sobre aspectos cognitivos y metacognitivos del aprendizaje y enseñanza en el aula: “los diseñadores tenemos una mayor inclinación para comunicar desde lo visual, utilizamos otro tipo de escritura de tipo pictórico (…) Quienes nos dedicamos a la enseñanza, lo hacemos por un impulso y pasión, no por estructuras pedagógicas rígidas”, destacó.

De igual forma, Restrepo resaltó que las autoras buscaban comprender la realidad del diseñador, en tanto se preguntan sobre qué cambia o qué tanto afecta su ser la pieza diseñada, imprimiendo a la disciplina su carácter de responsabilidad social e importancia en el desarrollo de un país. Así mismo, el libro finaliza con una curaduría muy juiciosa de algunos resultados de creación implementados en clase por los estudiantes.

 

Momentos de agradecimiento a quienes hicieron posible la publicación.

“Haga preguntas estúpidas”

Así como se cata un buen vino o se toma una deliciosa tasa de café, el libro llama al lector a deleitarse en los atributos visuales y de composición del diseño, que refleja la pasión de tres docentes por la disciplina, enamoradas de los signos lingüísticos y generales como expresiones de la manera como nos movemos, comunicamos y relacionamos en sociedad. 

Si algo aprendieron las autoras en este proceso de investigación es que la enseñanza en el diseño involucra el talento de los estudiantes con el fortalecimiento de sus contextos y co-textos. Las nuevas generaciones de diseñadores en formación en el aula han propuesto retos y estrategias pedagógicas a seguir, así como nuevas formas de aprender, en un mundo donde la problemática social no es estática sino que evoluciona por las interacciones sociales y tecnológicas de las piezas, como respuestas a los desafíos. 

Es por ello que, para Rosario las preguntas nos ponen en conversación con nosotros mismos y se convierten en una oportunidad de aprendizaje. Desde la experiencia de investigación lo importante no es dictar clase sino más bien generar que los estudiantes formulen sus propias preguntas, que a su vez, les permitan tomar decisiones en lo creativo.

Magdalena Monsalve, co-autora de la publicación.

Traducir lo gráfico en texto

Este fue uno de los principales retos de las investigadoras: “Nos cuesta escribir a los diseñadores y traducir las prácticas en palabras”, sostuvo Magdalena. Por su parte, Rosario recuerda las jornadas enteras de discusión con la profesora Mariluz acerca de la semántica de las palabras a usar en la sistematización de la experiencia.

El proceso las llevó a comprender que los proyectos en diseño implican investigar el problema, definir el tema, apropiarlo y conceptualizarlo para fijar unos límites, y así encontrar la línea gráfica, razón por la cual en muchas ocasiones el ejercicio de la bocetación es difícil de asimilar para el estudiante, especialmente en su utilidad, destacó Monsalve.

 

Diego Restrepo, moderador del lanzamiento de la publicación.

Hallando la identidad del diseñador gráfico tadeísta

Aunque no existen unas características generales que definan lo que significa ser un diseñador gráfico tadeísta, las autoras coinciden en que el estudiante y egresado provienen de mundos abiertos, plurales y diversos, diferencias que se convierten en un reto pedagógico a la hora de transmitir los conocimientos en el aula.

A su vez, los diseñadores tadeístas están acostumbrados a la inmediatez, pero ante todo, son profesionales que siempre se preguntan sobre lo que hacen: “cuando eres diseñador, las piezas hablan acerca de la forma como piensas el mundo, y eso aplica tanto para el buen y mal diseño gráfico”, finalizó Rosario.

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