Se estima que estas aguas transportan cerca de 10.000 diferentes tipos de organismos, entre ellos bacterias y especies invasoras, que pueden ocasionar daños a los ecosistemas locales, así como la transmisión de enfermedades a los humanos. La propuesta nace como parte del trabajo de grado del tadeísta Juan Guillermo García, quien busca implementar la planta como parte del plan de negocio de su emprendimiento Biohidroingeniería.