Contenido web archivado:

Este contenido es para fines históricos y no se le realizan actualizaciones

Destacadas
Conozca el invernadero que brinda calor a los cultivos en la noche
Martes, Enero 23, 2018
Compartir en
El proyecto tadeísta consiste en un invernadero que permite tener una mayor ventilación de los cultivos, al tiempo que un colector solar fabricado con láminas de zinc capta y almacena la energía solar que en la noche será utilizada para nivelar la temperatura del invernadero. La investigación es un trabajo en conjunto entre Utadeo, la Universidad Nacional y la Universidad de La Salle, con la financiación del Sistema Nacional de Regalías y el liderazgo de Asocolflores.
Por: Emanuel Enciso Camacho - Fotografías: Alejandra Zapata y Emanuel Enciso - Oficina de Comunicación

Durante los últimos años, las variaciones de temperatura en la Sabana de Bogotá, conocidas popularmente como ‘heladas’, han generado pérdidas millonarias para floricultores y horticultores de la región, en muchos casos ocasionadas por las falencias presentadas en los invernaderos. Un grupo de profesores y estudiantes de la línea de investigación sobre control de clima bajo invernadero del Centro de Bio-Sistemas Alberto Lozano Simonelli y de la Maestría en Modelado y Simulación de Utadeo, liderado por Carlos Bojacá, se dio a la tarea de diseñar una alternativa de invernadero para la producción hortícola en el trópico alto-andino, que permite controlar la temperatura y optimizar los procesos productivos al reducir la humedad.

El proyecto, financiado por el Sistema General de Regalías, por intermedio de la Gobernación de Cundinamarca y bajo el liderazgo de Asocolflores, es una apuesta en conjunto entre Utadeo, la Universidad Nacional y la Universidad de La Salle, que se dividió en dos fases. La primera de ellas, que finalizó en noviembre de 2016, tenía como objetivo la construcción del invernadero, mientras en la segunda etapa, los investigadores trabajaron en un sistema de calefacción para este espacio, que permitiera conservar el calor durante la noche.

Así, el invernadero propuesto, de un poco más de 600 metros cuadrados, es inicialmente más alto que los tradicionales, al tiempo que posee una estructura metálica y de cimentación en concreto, condiciones que le permiten ser más sólido y no requerir de mantenimientos constantes. Pero quizá una de sus mayores ventajas es el hecho que la altura permite tener una mayor ventilación de los cultivos, generando con ello que circule mejor el aire, y por ende, las plantas puedan desarrollarse en óptimas condiciones, disminuyendo las probabilidades de que estas se enfermen. Para el diseño, se analizaron variables climáticas como la temperatura, la humedad relativa y la respuesta del cultivo en materia de productividad.

Descubra el invernadero, un proyecto en conjunto entre Utadeo, Asocolflores, la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes.

En el segundo momento, los investigadores llevaron a cabo una meticulosa revisión sobre los sistemas de calefacción pasiva (aprovechamiento de la energía solar de forma directa) usados por países potencia en horticultura, entre ellos Holanda. A partir de la información recopilada, se diseñó un modelo que pudiera aplicarse a las condiciones climáticas de la Sabana de Bogotá. En ese proceso, identificaron que los invernaderos de la región presentaban necesidades energéticas durante la noche.

Fue así como los tadeístas propusieron la construcción de un colector solar para el invernadero, conformado por una superficie metálica fabricada con lámina de zinc que, al exponerse al sol, se calienta, para posteriormente transferir esa energía al aire que entra en contacto con ella. Este calor se almacena durante el día en un tanque de concreto subterráneo recubierto con un aislante térmico, en el cual se disponen unas botellas plásticas reciclables llenas de agua, líquido al que nuevamente se transfiere el calor procedente del aire. Ya en la noche, el calor almacenado vuelve a calentar el aire y sale por los ductos de ventilación del invernadero.

 

En este tanque se almacena la energía procedente del colector solar.

Una buena inversión para los horticultores

Si bien, el profesor Bojacá advierte que inicialmente la inversión es más alta en comparación con los invernaderos tradicionales, la disminución del riesgo de pérdidas de cultivos hacen de esta propuesta una buena opción, en comparación con las tecnologías existentes en países como Holanda, que son de punta pero poco competitivas en el mercado colombiano.

Precisamente, de cara a la construcción del invernadero de alta tecnología u hortisimulador, que actualmente gestiona Utadeo con el respaldo del gobierno holandés, expertos de este país identificaron que la propuesta diseñada por los tadeístas significa un avance para la tecnificación de procesos concretos que posibiliten la incorporación de sistemas activos de control de clima.

Las réplicas a esta novedosa alternativa de invernadero no se han hecho esperar. Productores de flores de la Sabana han visitado el proyecto, mientras algunos de ellos han solicitado los planos para poder aplicarlo en sus contextos.

Una de las victorias tempranas de esta investigación ocurrió el pasado mes de noviembre, cuando los estudiantes Jennifer Granados, Miguel Ángel Mora, Krystele González y Edwin Villagrán, así como el profesor Carlos Bojacá, obtuvieron el reconocimiento a mejor presentación de ponencia oral en el VII Congreso Colombiano de Horticultura, que se realizó en Cajicá, considerado como el principal evento a nivel nacional de su tipo, el cual reúne a horticultores, empresarios y académicos.

Según lo relata Bojacá, el proyecto fue acogido de manera positiva por los asistentes, en la medida que es un tema novedoso en el ramo: “Actualmente se reconoce que la producción bajo invernadero es más que producir, pues la competencia y la exigencia en calidad es mayor, entonces hay que buscar alternativas que mejoren las condiciones del cultivo y el producto”, destacó el docente del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo.

En la actualidad, en el invernadero se cultivan astromelias, pero se espera que en este espacio también puedan producirse diferentes cultivos hortícolas de la Sabana, entre ellos otros tipos de flores, lechugas y aromáticas.

De igual forma, para mediados de este año el hortisimulador, que tendrá un área de 200 metros, entrará en funcionamiento en el Centro de Bio-Sistemas, logrando con ello un invernadero dotado con tecnología de punta en materia de sistemas computarizados de control de clima, fertirriego y nutrición de plantas, aplicado al contexto hortícola colombiano (Lea más: Centro de Bio-Sistemas contará con invernadero que simula cualquier condición climática).